viernes, 9 de noviembre de 2012

Argumento:


1881. Los cuatro hermanos Mackenzie son ricos, poderosos, peligrosos, excéntricos y… escoceses. Los escándalos y rumores que les envuelven, las habladurías sobre sus amantes y sus oscuros apetitos, tienen alborotado a todo el país. Cualquier dama sabe que si es vista con uno de ellos perderá la reputación de inmediato.

Ainsley Douglas es una mujer con un fuerte sentido de la justicia que vive para ayudar a los demás, incluso aunque para ello deba colarse a escondidas en el dormitorio de un notorio libertino como lord Cameron Mackenzie. Pero la suya es una misión muy importante: recuperar unas cartas de amor que pueden poner en entredicho la reputación de la propia reina Victoria… 

Según sus amantes, a lord Cameron sólo le interesan los caballos y las mujeres, y en ese orden. Por eso, cuando encuentra a Ainsley en su dormitorio por segunda vez en seis años, decide poner en práctica un intrincando juego para seducirla y culminar, por fin, lo que crepita entre ellos desde que se encontraron por primera vez.

Sin embargo, lo que comienza como un juego, una lujuriosa diversión, puede llegar a hacer saltar en pedazos las reglas del propio Cam… y sanar las cicatrices de su oscuro y sombrío pasado. 

Autora: Jennifer Ashley
Título Original: The Many Sins of Lord Cameron
Año de Publicación: 2011
Encuadernación: Trade
Páginas: 302
Precio: 17.95 €


~ Crítica ~

No sé cómo empezar esta crítica. Hay veces en que, simplemente, no hay palabras para describir lo que acabas de leer. En las que un libro te atrapa de tal manera, te conmueve hasta tal punto que sobran las palabras.

Conocí a Cameron MacKenzie en el primer libro de la serie. Pero claro, ¿cómo podía competir con Ian? El maravilloso y fascinante Ian, cuya historia me fue ganando a pulso con cada página que pasaba.

Después vinieron Mac e Isabella. Cada uno con una personalidad arrolladora y la historia de su relación me llegó al alma. En este, Cameron también aparecía por supuesto. ¿Pero era capaz de hacer sombra a los otros MacKenzie? Me pasé el libro creyendo que no, que no me interesaba su historia tanto como la del hermano mayor, Hart…

Y entonces, llegó “La Mirada”. A Jennifer Ashley no le hace falta más. Sólo un párrafo, ni una sola palabra entre ellos. Y en frases cortas y sencillas describe un solo cruce de ojos. Ni siquiera se rozan, solamente es un fugaz momento. Pero… ¡Qué momento!

Y por fin llegamos a su historia. ¿Cómo la resolvería Ashley? ¿Estaría a la altura de los dos increíbles libros que le precedían?

Como es habitual en la autora tenemos un planteamiento aparentemente sencillo. Ainsley Douglas, amiga de la infancia de Isabella y dama de compañía de la reina, debe recuperar unas cartas pertenecientes a esta última y para ello no se le ocurre otra cosa que buscar en la habitación de Lord Cameron MacKenzie… Que la descubre allí cuando acude a su dormitorio para gozar  de los encantos de otra mujer. A partir de aquí, los acontecimientos se suceden haciendo que Ainsley y Cameron vayan encontrándose a cada paso y que algo que parecía dormido vuelva a surgir entre ellos.

Pero, por supuesto, nada es tan simple como parece con esta autora. Vuelve a valerse de un argumento sencillo para narrarnos una historia dura, difícil de digerir y, curiosamente, una de las más hermosas que jamás he tenido el gusto… Qué digo el gusto, el privilegio de leer.

Sin duda, la fuerza del libro está en sus personajes. La autora no da puntada sin hilo, y nos dibuja a unos protagonistas fuertes, con un carácter volátil y, a la vez, a dos personas muy vulnerables debido a los hechos de su pasado.

Por un lado tenemos a Cameron, amante de los caballos, la bebida y las mujeres. Pero detrás de ese hombre aparentemente llano y simple, tenemos una de las personalidades más complejas de la familia MacKenzie. En su historia, la autora se ha desmarcado, y si en los libros anteriores teníamos la figura recurrente del padre, esta vez la que siempre está presente es la mujer de Cam. Resulta curioso (y muy revelador) que el que es físicamente el más poderoso de los hermanos, sea el que se vea marcado por la figura del sexo débil y no por la del padre (como sí les ocurre a los otros). Una vez más, la autora ejerce su maestría, para ir contando con pequeñas y muy medidas dosis la historia del matrimonio de Cam. No se explaya en el morbo, no le hace falta. Con apenas unas líneas, la autora nos transmite todo lo que sufrió Cam, y hasta ahí puedo leer.

Por el otro lado, tenemos a Ainsley. No nos engañemos, en general a las lectoras de romántica lo que nos llama la atención y por lo que leemos estos libros una y otra vez son los personajes masculinos. Pero, como no me cansaré de repetir, Jennifer Ashley se desmarca del resto y libro a libro consigue que los personajes femeninos estén exactamente a la misma altura que ellos. Algo más difícil aún si tenemos en cuenta lo arrolladores que son estos MacKenzie. En este caso Ainsley podría parecer el típico personaje femenino: viuda de un marido bastante mayor que ella, amiga de juventud de Isabella y, para colmo, dama de compañía de la reina. Pero nada es lo que parece, y poco a poco descubrimos la grandeza de Ainsley. No con grandes acciones, sino con pequeñas referencias que van construyendo poco a poco un personaje a la altura de cualquiera de los MacKenzie. Así, en vez de verse eclipsada por la personalidad y la historia de Cameron, Ainsley ocupa su lugar protagonista entretejiendo su actual situación con un pasado no menos doloroso que el de Cameron.

Así somos testigos de cómo estos dos personajes, inherentemente solitarios, se “encuentran”. No hay otra palabra. Entre frases para el recuerdo, la autora nos cuenta su historia. Porque el libro realmente no trata sobre las cartas de la reina sino de Cameron y Ainsley. Y es una auténtica delicia leer su historia.

Además, claro, tenemos a los secundarios de lujo. Daniel, al que vamos viendo madurar poco a poco según van pasando los libros. Aparecen Mac e Isabella, claro. Además de Ian y Beth, que tienen escenas pequeñas pero muy, muy contundentes. Y, además, tenemos una escena entre Hart y Eleanor… De nuevo, solo una escena, apenas unos párrafos… Pero, ¡Que escena!

Con Jennifer Ashley vuelven a faltarme las palabras. Jamás sabré hacer una valoración de uno de sus libros que exprese la mitad de lo que la autora me ha hecho sentir con su historia. Con Cameron y Ainsley me ha vuelto a ocurrir. Así que, a pesar de que me repito, volveré a decirlo: Leedlo. Leedlo. Y veréis a qué me refiero.

Valoración: 10 / 10

;;

Template by:
Free Blog Templates