jueves, 1 de julio de 2010

Pasión por la lectura

Ayer, hablando con unas amigas de todo un poco, surgió el tema (como tantísimas otras veces) de la literatura. Alguna de ellas, como escritoras, decían que había veces que se metían tanto en la novela que escribían que hasta les daba rabia acabar la historia porque no querían perder a los personajes y salir de esa trama.

En ese momento pensé, de manera casi instintiva, en el libro de Michael Ende "La Historia Interminable" que leí con apenas 10 años. En concreto, me acordé, como suelo hacer muy habitualmente, de esta escena:

"La pasión de Bastián Baltasar Bux eran los libros. Quien no haya pasado nunca tardes enteras delante de un libro, con las orejas ardiéndole y el pelo caído por la cara, leyendo y leyendo, olvidado del mundo y sin darse cuenta de que tenía hambre o se estaba quedando helado...

Quien nunca haya leído en secreto a la luz de una linterna, bajo la manta, porque Papá o Mamá o alguna otra persona solícita le ha apagado la luz con el argumento bien intencionado de que tiene que dormir, porque mañana hay que levantarse temprano...

Quien nunca haya llorado abierta o disimuladamente lágrimas amargas, porque una historia maravillosa acababa y había que decir adiós a personajes con los que había corrido tantas aventuras, a los que quería y admiraba, por los que había temido y rezado, y sin cuya compañía la vida le parecería vacía y sin sentido...

Quien no conozca todo eso por propia experiencia, no podrá comprender probablemente lo que Bastián hizo entonces."

Pensé automáticamente en esto porque recuerdo perfectamente, cuando me lo leí, que aquel párrafo, aquellas reflexiones, eran exactamente lo que yo sentía cada vez que me leía un libro. Esa sensación, que tan bien se describe en ese libro, es la que todo lector debe sentir con cada libro que lee.

Creo que no hay mucho que añadir a ese extracto, la verdad. Aquellos que hayan experimentado esa sensación aunque fuera con un sólo libro en su vida, pueden estar contentos de ello. Los que, como yo, casi cada noche nos sumergimos en un mundo distinto, unas veces de fantasía, otras de extrema crudeza y otras de una belleza sublime, comprenderán exactamente lo que quiere decir ese párrafo y agradecerán, como yo hago con esta pequeña entrada, la bendición que es la lectura.

5 Comments:

  1. Yolanda Quiralte said...
    La conversación de ayer fue muy interesante, al igual que la mayoría de las que tenemos. el extracto que nos has colgado es exacto, perfecto y definitivamente cierto para todos los que amamos los libros.
    Es un placer hablar contigo.
    Besos diosa de la informática.
    Élefill said...
    Totalmente de acuerdo con Las palabras de Ende y los sentimientos de Bastian...¿quien no se ha acostado pasado las tres de mañana leyendo y levantado antes de las nueve pk no podia con la espera? ¿quien no ha devorado un libro de mas de 500 pgs en poco mas de un dia pk se habia sumergido completamente en la historia? yo si y he disfrutado y lo hare otras tantas veces... gracias por el estracto ^^
    LuZe said...
    Que cierto!!! Me siento muy identificada.

    Lo mismo me pasó con este anuncio:

    "Me gusta soñar, me gustan las palabras..."
    http://www.youtube.com/watch?v=oX1LM9HIk_s
    Victalian said...
    Estoy totalmente de acuerdo. Lo bueno de los libros es que te transportan a mundos impensables, lejos de tu propia realidad. Vives a través de ellos y por eso luego da pena que se acaben. Adoro los libros gordos porque los puedo disfrutar un poco más.
    Lisbeth said...
    Gracias por todos los comentarios!

    Lo cierto es que para mí es un gustazo ver que, al igual que yo, os sentís tan identificad@s con esas palabras.

    LuZe, ya vi el vídeo, y la verdad es que a mi me pasa exactamente lo mismo ;)

    Besos a tod@s!!

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